Las obras de quienes han sostenido la prueba de los siglos tienen derecho a un respeto y veneración que ningún moderno puede pretender.
Rigor y profesionalidad en el trabajo. Confidencialidad, se guarda el más absoluto secreto profesional.
Respeto por la Ley de Protección de Datos en relación a toda la información empleada para realizar el peritaje.